El COVID ha marcado un antes y un después en todas nuestras vidas. Los contagios siguen existiendo y los síntomas, aunque más débiles, afectan a nuestra salud. Además, el fin de las mascarillas y la exposición a otros virus han propiciado otro tipo de infecciones. ¿Qué podemos hacer para proteger nuestro cuerpo?
1. EJERCICIO PARA PREVENIR
El primer objetivo tiene que ser evitar padecer enfermedades o patologías. En este sentido, se ha demostrado que la práctica de actividad física genera múltiples beneficios sobre el sistema inmune. Realizar ejercicio físico podría facilitar la eliminación de bacterias del sistema respiratorio. Esto reduciría las probabilidades de contraer un resfriado, gripe u otras enfermedades.
Además, diversos estudios afirman que el ejercicio físico disminuye el riesgo de infección respiratoria y la severidad de esta (leer estudio).
De hecho, los estudios más recientes sugieren que la actividad física previene el desarrollo de síntomas graves por COVID-19. Así mismo, se ha demostrado que también favorece la recuperación tras haber dado positivo (leer estudio).
Por otro lado, el ejercicio disminuye la secreción de las hormonas del estrés. Lo que puede protegernos contra diversas enfermedades. Y es que un nivel alto de estrés incrementa las probabilidades de padecer infecciones y otras patologías.
Como siempre, la combinación es tu mejor aliado. Varía tus entrenamientos para trabajar tu movilidad, fuerza y resistencia. Así, obtendrás todos los beneficios que el ejercicio puede aportarte.
2. EJERCICIO PARA CURAR
¡Pero con cabeza! Cuando estés pasando por un proceso infeccioso, considera reducir la intensidad y la duración de tu entrenamiento. Tu cuerpo ya estará realizando un esfuerzo extra para recuperarse y más estrés no será beneficioso. ¡Conócete y escúchate! Deja que tu cuerpo sea el que te guíe. Tómate un descanso si te sientes mal, pero es importante no dejar de moverte. Siempre hay opciones que se ajustan a tus necesidades.
Si los síntomas que presentas no son graves… ¡no te pares! En Verbena Fémina contamos con actividades de todo tipo. Aunque no te encuentres en tu mejor momento, en Verbena no dejarás de moverte. Cuando te notes más debilitada, prueba una sesión como PILATES o STRETCHING. Continúa ganando fuerza con las actividades de CORE, TONO, SITFIT o COMBO. Y termina mejorando tu capacidad cardiorrespiratoria con ZUMBA, COMBAT o SISTEMA ABE. Recuerda que el entrenamiento te ayudará a volver a tu capacidad funcional previa a haber tenido una infección o patología.
Por otro lado, diferentes artículos científicos demuestran la necesidad de realizar ejercicio físico para minimizar las secuelas tras una infección. Así lo demuestra el artículo de María Hernández López sobre pacientes post-COVID. Los pacientes del estudio realizaban tres sesiones de ejercicio aeróbico y dos sesiones de fuerza a la semana. Dicho programa de ejercicio de 8 semanas mejoró la sintomatología, el cansancio y la capacidad funcional en pacientes tras haber superado el COVID (leer artículo).
¡No lo olvides! El ejercicio físico previene enfermedades crónicas y debe formar parte del tratamiento de múltiples patologías. ¡Muévete por tu salud!
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