¡Hola mis chicas! Como casi todos los viernes, os voy a contar la vida de una mujer que ha marcado un antes y un después en la historia del deporte, pues bien… la verdad, es que no sé cómo no os he contado este hecho antes, necesito que prestéis mucha atención a lo que vais a leer a continuación, porque no tiene desperdicio alguno.

Billie Jean-King, una de las mejores tenistas de todos los tiempos, nació en California el 22 de noviembre de 1943,  se convirtió en un icono durante los años 60 y los 70 siendo una de las seis únicas tenistas que llegaron a conquistar los cuatro trofeos más importantes.

En el año 1983, esta súper mujer le dice adiós a su carrera, llevándose en la espalda un total de 39 títulos de Grand Slam…

De manera paralela, Billie Jean-King siempre había destacado por ser una defensora nata de los derechos de la mujer.

Pues bien, ahora que ya os he puesto un poco en situación, procedo a contaros el momento más recordado en toda su trayectoria, «La batalla de los sexos».

En el año 1973, Bobby Riggs, un destacado tenista de la época ya retirado, además un «estafador y un machista» (y esto no lo digo yo chicas, así era como orgullosamente se describía a sí mismo), comenzó a centrar su atención en el tenis femenino y a criticar a la vez la habilidad de las jugadoras, llegando a afirmar que a sus 55 años todavía podía vencer a cualquier tenista femenina.

Billie Jean King había rechazado previamente los desafíos de Riggs pero, después de la derrota de otra jugadora contra este hombre, aceptó el reto.

No se trataba de un partido cualquiera, sino de uno en el que los medios de comunicación tendrían gran repercusión (con un total de audiencia mundial estimado de 90 millones de personas). El partido fue conocido como «La Batalla de los sexos» y el que perdiese le tendría que entregar  100.000 al ganador.

Y a los ojos de más de 30.000 personas en el estadio, y 90 millones de telespectadores, ocurrió, nuestra querida Billie Jean-King se hizo con la victoria.

«No se trataba de tenis. Se trataba de lograr un cambio social. Eso lo tenía claro cuando entré en la pista».

«Pensé que si perdía podríamos retroceder 50 años, habría arruinado todo lo recorrido y afectado la autoestima de todas las mujeres».

Alucinante chicas, de verdad que es una de las historias de las que más he disfrutado mientras os la intentaba plasmar, sobre todo por la cantidad de reflexiones que se me han ido viniendo a la cabeza. Hay que ver el valor que tienen algunas, la fuerza y la autoestima para simplemente atreverse a aceptar retos de este calibre.

Y es que en la última frase es donde está la clave de todo, «valor, fuerza, autoestima…» podrían añadirse muchas más cualidades, pero de verdad creo que estas tres son tan necesarias como el aire. 

Siempre suelo terminar con una reflexión bastante concreta, pero esta vez, me apetece que os dejéis llevar, que después de haber leído esta historia, dediquéis 5 minutos a pensar en qué es lo que necesitaríais vosotras para atreveros a aceptar el reto que os ponéis en vuestra vida.

¡Estoy segura de que saldréis igual de victoriosas que Billie Jean King, feliz viernes, feliz fin de semana!

*Aquí os dejo el enlace a algunas de nuestras clases en las que para apuntarse hace falta mucho valor y fuerza, pero con las que después saldréis con la autoestima por las nubes:

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